jueves, 26 de agosto de 2010

EL SER SOLIDARIO…

Tiene que ver con el acompañar y tener en cuenta las necesidades de otras personas. Es una acción donde brindamos apoyo con buenas intensiones y compromiso.
En realidad es mucho más que dar ayuda a los otros. Cuando somos solidarios no esperamos nada a cambio de lo que entregamos.
Si reflexionamos un poco, a diario tenemos la posibilidad de llevar a cabo "pequeños actos solidarios", aunque a veces no les damos su valor. En verdad se ha devaluado bastante en nuestra vida cotidiana. Por eso cabe la pregunta: ¿Se aprende a ser solidario?

Todos necesitamos de las otras personas en algún momento de nuestras vidas. Por eso cuando les trasmitimos a nuestros niños que es importante tener en cuenta sus necesidades y deseos y también los de las otras personas, ayudamos a que podamos vivir en un mundo más equitativo.

Los niños nos miran y observan nuestras acciones. Por ejemplo: si acompañamos al médico a la abuela cuando está enferma, o le prestamos una taza de azúcar a la vecina porque se le acabó. O si llevamos la ropa que ya quedó chica a la iglesia, o los juguetes a un centro de salud, o ayudamos a cruzar la calle a una persona que sola no puede. Les estamos mostrando en acciones concretas nuestros valores. Luego seguro ellos irán tomando los mismos para su vida presente y futura.

Agradecemos las palabras de aliento que recibimos en relación al Proyecto "El muñeco solidarios de ConVivir" y compartimos algunas con ustedes

FELICITACIONES POR ESTA PROPUESTA Y LA CREATIVIDAD DE LA IDEA QUE NO SIGNIFICA SOLO “COMPRAR ALGO PARA DAR” SINO OTRA CUESTION MUCHO MÁS IMPORTANTE “ESFORZARSE Y EMPEÑARSE EN HACER ALGO POR OTRO “ Dios bendiga el proyecto. Lic. Martha Caselli de Ferreyra



Queridas compañeras


Felicitaciones por esta propuesta. Por esparcir las semillas de la solidaridad que tanta falta hace en esta sociedad cada vez mas individualista . Muchos de los males de los que nos quejamos todos los días tienen su raiz en descuidar o ignorar las necesidades afectivas y/o emocionales de los niños, que son nuestro mañana. Me siento muy orgullosa de pertenecer a este equipo. Cariños. Cristina



Buenísimo que nos vayamos sumando a esta maravillosa idea


Felicitaciones Lili! y que el proyecto siga con muchas manitas creando y

disfrutando de esta actividad para que otras manitas reciban contentas.

Un abrazo
Virginia

lunes, 9 de agosto de 2010

Proyecto "El muñeco solidario de ConVivir"

Los invitamos a sumarse y formar parte de nuestro

Proyecto " El muñeco solidario de ConVivir"




Pensamos que es bueno acordarse de nuestros niños, no sólo en los meses de "Agosto y Diciembre".

Y nuestra idea es que "de la mano de un niño llegue un muñeco a otro niño"


Por eso la propuesta es para que armemos junto a un niño/a,

a "Toti o a Tití"


En la mayoría de las casas, hay recortes de tela, botones, o algunas ropas que ya no se usan

y tampoco están en condiciones para regalar.

Transformemos esas telas en un muñeco o muñeca muy sencilla,

haciéndolo con forma de "Manopla"

Y compartamos el armado del mismo “junto a un niño, con el objetivo de regalárselo a otro niño”.

Así podemos explicarle a los chicos de modo accesible a ellos, el “ser solidario”, con acciones concretas.

Es valioso que nuestros niños aprendan que el “ser solidarios” nos permite vivir en un mundo mejor, más equitativo.

Y al trasmitirles nuestro deseo de ayudar a los que lo necesitan estamos mostrándoles el valor del ser generoso,

colaborando y cooperarando con otros chicos.

Nos preguntamos muchas veces como es el modo de comunicarle a los chicos éstos valores,

la verdad que los niños observan lo que hacemos los adultos y

aprenden de lo que nosotros le mostramos como actitud de vida.

Ésta invitación que les hacemos hoy de confeccionar “un muñeco”,

es un modo de hacerlos partícipes de las actitudes solidaria de nosotros los adultos .

En éste caso aprovechemos ésta actividad conjunta, de hacer el muñeco,

para hablar con ellos explicándole el motivo por el que elegimos hacerlo:

“Queremos que un chico que no tiene muñecos, pueda tenerlos,

y te invitamos a que juntos lo armemos...

Podes pintar los ojitos, pegarlos, hacer la cartita, recortar figuritas y

pegarlas para hacer un colage o un dibujo que acompañe el regalo, etc.

Cada muñeco puede ir acompañado de una cartita : el niño

que arma el muñeco le escribe a ese otro niño que va a recibir el muñeco.

Puede ayudarlo la mamá, el papá , la abuela, tíos, una amiga de los padres.

Luego esos muñecos que hicimos entre todos los llevaremos a un Hogar de niños,

para que los niños que viven allí puedan jugar con los muñecos, que nosotros hicimos junto a un niño o niña.


Para que les sea sencillo el armado podemos hacerles  llegar en archivo adjunto el "molde del muñeco" .

O pueden hacerlo con alguna manopla de cocina que tengan en sus casas, o en cuero ecológico, paño lenci, u otras telas.



Si quieren hacernos alguna pregunta pueden comunicarse a: info@convivirgrupo.com.ar

martes, 3 de agosto de 2010

NUESTROS NIÑOS NOS MIRAN...

Y escuchan con atención cuando les hablamos del ser “buenos amigos y solidarios, y nos ven a diario pasar al lado de nuestro vecino sin saludarlo. Les comentamos sobre lo importante de no mentir y observan que cuando nos llaman por teléfono, preferimos decir que “no estamos, a expresar que en ese momento estamos ocupados y no podemos recibir la llamada”.


Nuestros niños oyen nuestras palabras y también observan con sus ojos que lo que hacemos es muy distinto de lo que decimos. Les hablamos del no gritar y gritamos, les expresamos que no peleen y peleamos, durante horas les comentamos de los beneficios del decir la verdad y mentimos delante de sus narices. “Haz lo que yo digo y no lo que yo hago” dice el refrán. Tal cual es lo que llevamos adelante en nuestra convivencia diaria. Se trata de actitudes y valores. Por eso es necesario que nos preguntemos como andamos? Que revisemos si hay coherencia entre el decir, el sentir y el hacer nuestro. Tal vez algo dificultoso aunque posible, en ésta carrera diaria de horarios de escuela, las comida, los baños, las llevadas a los cumpleaños, las visitas al pediatra, al psicopedagogo, a la foniatra, al psicólogo, a las clases de danzas, a kun fu, música, a concurrir a nuestros trabajos, trámites, a mirar los email, contestar los mensajes de texto, y demás cuestiones de nuestra vida diaria de hoy....

Es muy enriquecedor para todos, poder ser más espontáneos, y tomarnos un tiempo de reflexión. Es saludable hablarles desde la verdad de cada situación, teniendo en cuenta lo que pueden escuchar de acuerdo a su edad. Tal vez queremos ocultarles el enojo que sentimos, por nuestra pareja, por un amigo, por alguna persona con la que nos vinculamos, y no nos damos cuenta que nuestros niños perciben lo que nos sucede, y a veces eso no hablado genera más desconcierto en ellos, que la verdad de lo que realmente pasa.

Y que si no estamos dispuestos a ser sinceros pueden malinterpretar o sentirse hasta culpables cuando no nos ven bien. Desde éste lugar les decimos cosas como que el “enojo no es bueno”, que “llorar es cosa de mujeres”, “que decir lo que no nos gusta está mal, o es de mala educación”. Así les quitamos la posibilidad de la expresión de sus sentimientos y necesidades. ¡Qué valioso es darles un lugar a todos los sentimientos para que puedan aflorar!


Revisemos nuestra historia personal, demos lugar a reflotar a esos niños que fuimos. Volvamos hacia atrás, como si la película de nuestra vida pudiera rebobinarse e intentemos mirarnos siendo niños observadores de algunas escenas cotidianas, a veces incomprensibles, para nosotros. Presenciando peleas, llantos, entre seres que se amaban. Y nosotros muchas veces no entendiendo lo que sucedía, o mediando entre ellos, “papá quiere hablarte mami”, “el tío es bueno porqué te peleas con él”? “, “porqué la abuela no viene a las fiestas”. Preguntas a veces sin respuestas, ni sinceramientos por parte de adultos. Nosotros somos el soporte de los niños, soportes amorosos y firmes, que pueden poner en palabras aquello que ellos perciben y no comprenden.


Enseñemos a nuestros niños desde nuestras acciones, es saludable poder decirles que a veces estamos enojados cuando algo no es como quisiéramos, que una pelea no termina con un vínculo afectuoso, que los conflictos nos ayudan a crecer si logramos superarlos, aclaremos con ellos los malos entendidos, mostrándoles que es posible hacerlo.


Es valorable ayudarlos a entender que no todos pensamos del mismo modo y que no está ni bien ni mal, que somos distintos, y que la buena convivencia se logra cuando logramos respetarnos a nosotros mismos y del mismo modo a las otras personas .


Ante todo seamos honestos con nuestros propios sentimientos y ayudémoslos a ellos a serlo también. Nuestros niños necesitan claridad y coherencia de nuestra parte. ¡Vale la pena intentarlo!



Lic. Liliana Calvo y Lic. Anabella Ossani

Ambas son la Directora y la Coordinadora del Área Psicoterapéutica del Grupo ConVivir : www.convivirgrupo.com.ar