Llegaron las Fiestas …
Y con ellas las preguntas: donde vamos a pasarlo, con quienes nos vamos a reunir, en que casa haremos el encuentro, que llevamos cada uno, que compramos como regalo?, todos interrogantes que surgen en èstos días del año y en ocasiones son motivo de dificultades para muchos .
Las familias van creciendo y con èste desarrollo de las mismas van naciendo cambios.
Hay familias abiertas, que reciben a los nuevos integrantes con mucho amor y existen otras donde se desea la reunión de los màs íntimos. Familias con mamàs y papàs separados que tiene que acordar que fiestas pasa cada uno con sus hijos. Familias con mamàs o papàs que viven en el interior del paìs o del exterior , donde los hijos o los padres, tiene que trasladarse para pasarla juntos. Familias donde algunos de sus miembros trabajan esa noche y no pueden compartir el festejo con todos.
Muchas veces los jóvenes desean que el encuentro sea de un modo diferente a lo que expresan los mayores de la familia, ya que los tiempos cambian , las costumbres también.
Asì vemos como muchas veces brotan los conflictos. La antigua mesa extendida para muchos, los padres de…y los tìos de…los consuegros de…los hermanos de…los amigos de…, se presenta hoy como muy complicado, desde la posibilidad los lugares físicos disponibles hasta los deseos de la re-uniòn con todos.
Son días donde aparecen los anhelos, la recuerdos, “antes hacíamos”, “que lindo que era”, “cuando estaba…era todo diferente”. La alegría de los niños y jòvenes de la familia, se mezcla con algunas nostalgias de los mayores. Sentimientos encontrados a la hora del brindis y los postres.
Dìas donde queremos recuperar esa paz tan soñada y a su vez pequeñas rencillas cotidianas parecen alejarla de nosotros un poco màs.
Y nos preguntamos ¿que son las fiestas y que necesitamos recuperar cada uno de ellas?
Para muchos son la reafirmación de sus creencias, que se une a la alegría del nacimiento y a la esperanza que aflora cada 25 de Diciembre en cada hogar.
Para otros la posibilidad del reencuentro con la familia, con amigos, con compañeros de trabajo, con ayudar a los que lo necesitan; todo unido de la mano del pensar màs allà de uno mismo, para compartir y celebrar juntos.
Sin perder de vista el deseo ìntimo de èstas fiestas para cada uno , dejando de lado las imposiciones sociales, es bueno que cada persona encuentre su manera de festejar "singular y particular", entonces que cada uno elija “su manera de” , para muchos será el encuentro familiar o con amigos, para otros será la realización de un viaje, para algunos retirarse a meditar. Intentemos conectarnos con nuestros deseos màs profundos, dejando de lado las obligaciones del afuera que muchas veces no "conducen a buen puerto".
Es necesario que apelemos a la tolerancia, a la cooperación, a la honestidad, a la unidad, al cuidado de nuestros niños, jóvenes, de nuestras familias; valores que nos llevan a la comprensión, que nos permiten que nos escuchemos y escuchemos al otro, que hagamos silencio cuando es valioso hacerlo.
Nuestro deseo desde ConVivir es que al sonar de las campanas recuperemos para nosotros y para los que nos rodean, la confianza, el respeto, la humildad, ese contacto genuino tan necesario, que permita que aflore "el amor y la felicidad".
Con todo cariño
¡¡¡Felices Fiestas!!!
Lili Calvo
y equipo de profesionales del Grupo ConVivir
Y con ellas las preguntas: donde vamos a pasarlo, con quienes nos vamos a reunir, en que casa haremos el encuentro, que llevamos cada uno, que compramos como regalo?, todos interrogantes que surgen en èstos días del año y en ocasiones son motivo de dificultades para muchos .
Las familias van creciendo y con èste desarrollo de las mismas van naciendo cambios.
Hay familias abiertas, que reciben a los nuevos integrantes con mucho amor y existen otras donde se desea la reunión de los màs íntimos. Familias con mamàs y papàs separados que tiene que acordar que fiestas pasa cada uno con sus hijos. Familias con mamàs o papàs que viven en el interior del paìs o del exterior , donde los hijos o los padres, tiene que trasladarse para pasarla juntos. Familias donde algunos de sus miembros trabajan esa noche y no pueden compartir el festejo con todos.
Muchas veces los jóvenes desean que el encuentro sea de un modo diferente a lo que expresan los mayores de la familia, ya que los tiempos cambian , las costumbres también.
Asì vemos como muchas veces brotan los conflictos. La antigua mesa extendida para muchos, los padres de…y los tìos de…los consuegros de…los hermanos de…los amigos de…, se presenta hoy como muy complicado, desde la posibilidad los lugares físicos disponibles hasta los deseos de la re-uniòn con todos.
Son días donde aparecen los anhelos, la recuerdos, “antes hacíamos”, “que lindo que era”, “cuando estaba…era todo diferente”. La alegría de los niños y jòvenes de la familia, se mezcla con algunas nostalgias de los mayores. Sentimientos encontrados a la hora del brindis y los postres.
Dìas donde queremos recuperar esa paz tan soñada y a su vez pequeñas rencillas cotidianas parecen alejarla de nosotros un poco màs.
Y nos preguntamos ¿que son las fiestas y que necesitamos recuperar cada uno de ellas?
Para muchos son la reafirmación de sus creencias, que se une a la alegría del nacimiento y a la esperanza que aflora cada 25 de Diciembre en cada hogar.
Para otros la posibilidad del reencuentro con la familia, con amigos, con compañeros de trabajo, con ayudar a los que lo necesitan; todo unido de la mano del pensar màs allà de uno mismo, para compartir y celebrar juntos.
Sin perder de vista el deseo ìntimo de èstas fiestas para cada uno , dejando de lado las imposiciones sociales, es bueno que cada persona encuentre su manera de festejar "singular y particular", entonces que cada uno elija “su manera de” , para muchos será el encuentro familiar o con amigos, para otros será la realización de un viaje, para algunos retirarse a meditar. Intentemos conectarnos con nuestros deseos màs profundos, dejando de lado las obligaciones del afuera que muchas veces no "conducen a buen puerto".
Es necesario que apelemos a la tolerancia, a la cooperación, a la honestidad, a la unidad, al cuidado de nuestros niños, jóvenes, de nuestras familias; valores que nos llevan a la comprensión, que nos permiten que nos escuchemos y escuchemos al otro, que hagamos silencio cuando es valioso hacerlo.
Nuestro deseo desde ConVivir es que al sonar de las campanas recuperemos para nosotros y para los que nos rodean, la confianza, el respeto, la humildad, ese contacto genuino tan necesario, que permita que aflore "el amor y la felicidad".
Con todo cariño
¡¡¡Felices Fiestas!!!
Lili Calvo
y equipo de profesionales del Grupo ConVivir
