viernes, 3 de marzo de 2017

El amor a sí mismo y el amor a los otros, en la familia y en los ámbitos educativos



Dice Octavio Paz en una parte de su poema Piedra del Sol (1), “Para que pueda  ser he de ser otros, salir de mi, buscarme entre los otros, los otros que no son, sin yo no existo , los otros que me dan plena existencia”.

La autoestima  tiene que ver con el concepto que se tiene de sí mismo, la misma es una necesidad, indispensable para el pleno desarrollo saludable.

En el transcurso de mi tarea profesional con familias y en ámbitos educativos, he observado que el concepto de valor individual, es un factor crucial, referido a lo que acontece dentro de las personas y en sus relaciones vinculares.

Cuando una persona se estima a sí misma y se valora fluye con facilidad el que sea honesto, responsable, compasivo, integro. Logra dar y recibir amor, se tiene confianza. Al darse cuenta de su propio valor, respeta a las otras personas.

En situaciones críticas, una persona que se valora y estima, puede sobrellevar mejor esos sucesos. Entiende que esta dificultad por la atraviesa puede ser superada, confía en sí mismo para intentar salir adelante o solicita ayuda cuando le es necesario.

La baja autoestima hace que la persona piense que vale poco, cuando se integra a diferentes grupos, muchas veces desconfía de las demás, cree que puede ser maltratada o menospreciada. A veces los lleva a ser apáticos e indiferentes. Surge en ellos el temor,  como consecuencia del desconfiar y aislarse. No se arriesgan. Se desesperan frente a situaciones que no se resuelven como ellos necesitan.

“Respetarse tiene que ver con afirmarse,  con aceptarse como se es, con aciertos y limitaciones. Respetarse permite desplegar una vida más auténtica, independiente, donde la persona piensa  y actúa de acuerdo a sus valores, creencias y sentimientos”. (2)

El sentido de pertenencia tiene su origen en el primer grupo que conformamos que es la familia, cuando la persona “se siente parte de ese grupo humano,  recibe cuidados y apoyo,  crea lazos afectivos, acepta sus modos de convivencia, sus normas, esto le da identidad , eleva su autovaloración y su calidad de vida, así surge  en la persona  lo meritorio del intercambio  social y el valor de lo comunitario. Luego en la vida del niño florece la escuela, lugar valioso para su aprendizaje y su socialización.

La Autoestima es una  necesidad y el pertenecer también lo es, la primera  tiene que ver con el sentimiento de “confianza en sí mismo y el reconocimiento de los valores personales”. El sentimiento de pertenencia,  tiene que ver con el sentirse “integrado, logrando  así ser parte de relaciones afectivas genuinas, donde fluya la confianza,  el reconocimiento, la aceptación de las diferencias,  el respeto y el amor” por sí  mismo y por los otros”.

Cuando  todo esto se desarrolla de un modo positivo en ámbitos educativos vemos niños y adolescentes motivados  y deseosos de pertenecer a la Institución donde asisten,  es que allí se sientes reconocidos por las autoridades, el intercambio con sus educadores es sin interferencias. De éste modo  niños  y  jóvenes sienten que son valiosos para sus  profesores y que los mismos estiman sus aprendizajes. Lo que conlleva a una elevación se su autoestima y de su sentido de pertenencia.

En un mundo que se muestra  por momentos, tan individualista, es necesario generar espacios educativos abiertos y participativos con modos saludables de convivencia, donde nuestros niños y jóvenes eleven su autovaloración y su sentido de pertenencia.


Liliana Calvo copyrigth 2017

(1)   Octavio Paz fragmento de Piedra del Sol, incluído en su poemario Libertad bajo palabra, 1960

(2)   Calvo Liliana,Familia, Resiliencia y Red Social, editorial Espacio, Buenos Aires 2011
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