miércoles, 16 de octubre de 2024

Promoción y Recuperación de la Calidad de Vida Profesional de los Operadores Sociales y de la Salud “Factores que influyen en el rendimiento Profesional

II Jornadas de Enfermería de Swiss Medical Group “Hacia una Enfermería de Avanzada y Comprometida” Promoción y Recuperación de la Calidad de Vida Profesional de los Operadores Sociales y de la Salud “Factores que influyen en el rendimiento Profesional” Ponencia presentada por Liliana Calvo Lic en Servicio Social- Socioterapeuta Gestáltica y Mediadora Familiar Buenos días a todos, ante todo quiero agradecer al Comité de Docencia de éstas valiosas Jornadas de Enfermería Organizadas por la Swiss Medical Group, en forma especial a las Lic Gloria Herrero y Silvia Werneck, por la invitación que me realizaron para presentar esta ponencia en las mismas. La promoción de la calidad de vida profesional de los recursos humanos en el sector social y de la salud es uno de los temas claves en el escenario de los espacios laborales de dicho sector. Esta promoción y recuperación para que sea efectiva requiere de ser encarada desde una concepción holista, es decir de evolución, que tome en cuenta los nuevos enfoques de promoción de la calidad de vida profesional y de la salud de la población en general. Como así mismo los relacionados a la ecología y epidemiología laboral. Los centros de formación profesional como así mismo los espacios laborales tienen que incluir tanto la trasmisión de los nuevos conocimientos, como el fortalecimiento de la capacidad resiliente y de la autoestima profesional. Las cuales son útiles y valiosos para solucionar las distintas dificultades que se presentan a diario en los ámbitos del trabajo. Desde que en 1947 la Organización Mundial de la Salud define a la salud como un estado de completo bienestar, físico, mental y social y no la mera ausencia de enfermedad o dolencia, se imprime asì un cambio sustancial en la concepción de la misma. Los Conceptos sobre la salud fueron modificándose a lo largo de la historia de la humanidad. Así los griegos ponían el acento en la necesaria armonía del espíritu y del cuerpo, y los cuidados sociales de la salud se realizaban de dos modos distintos y a su vez se complementaban. La curación y la prevención de la salud. Las dos están presentes en el Corpus Hipocrático. La carta de Ottawa que surge de una de las Primeras Conferencias Internacionales sobre Promoción de la Salud fue realizada en Noviembre del año 1986 . Allí se toman en cuenta los conceptos surgidos en la Declaración de Alma Atta sobre la Atención Primaria de la Salud y del documento surgido sobre “Los objetivos de la “Salud para Todos” de la Organización Mundial de la Salud. De ese documento surge que “La salud se crea y se vive en el marco de la vida cotidiana, en los centros de enseñanza, en los lugares de trabajo y de recreo. Que la misma es el resultado de los cuidados que uno se dispensa a sí mismo y a los demás. Que incluye la capacidad de tomar decisiones y controlar la vida propia y de asegurar que la sociedad en que uno vive, ofrezca a todos sus miembros la posibilidad de gozar de un buen estado de salud”. La promoción de la salud consiste en proporcionar a las personas y comunidades los medios necesarios para aumentar su salud y a su vez tender a practicar una verificación adecuada sobre la misma. “Para alcanzar ese estado adecuado de bienestar físico, mental y social la persona o el grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus aspiraciones, de satisfacer sus necesidades y de cambiar o adaptarse al medio ambiente”. “La salud es entendida así, como la fuente de riqueza, de la vida cotidiana”. Desde una concepción holista e integral se pone el acento en los recursos personales y sociales en las aptitudes y en las capacidades de las personas y de la sociedad. El concepto de salud entendido como bienestar transciende la idea de modos de vida sanos y así cuando se menciona la promoción de la salud se resalta la importancia de incluir a la educación, a la adecuada alimentación, a la necesidad de contar con una vivienda, que exista un ecosistema estable y aparece también el concepto de la equidad social. “Una buena salud es el mejor recurso para el progreso personal, económico y social y una dimensión importante de la calidad de la vida de las personas”. Los diversos factores económicos, sociales, culturales, del medio ambiente, tienen una enorme influencia tanto a favor o en desmedro de la salud de las personas y de los profesionales. El objetivo de la promoción de la salud es hacer que las condiciones de vida sean favorables para el desarrollo de la misma. Comparto el criterio de Maslow respecto a que “una sociedad o una Institución pueden definirse como promotoras o inhibidoras de la autorrealización de sus componentes”. El cambio en las formas y modos de vida de nuestras sociedades, las distintas modalidades de organización del trabajo y como se encara el tiempo libre de las personas repercute en forma muy significativa en la salud de las mismas. Los tiempos del trabajo y los del ocio deben promover la salud de las personas, para que las actividades que de ellos surjan sean un “estímulo, una motivación y una gratificación para las mismas”. “El modo en que la sociedad organiza el trabajo debe de contribuir a la creación de una sociedad saludable”. Claro que en una sociedad donde los lazos sociales están en ocasiones rotos, los vínculos dentro de la familia están desgastados por múltiples problemas de diversa índole, se hace imprescindible la presencia de redes de contención psicosocial. En forma permanente estamos en contacto como profesionales con diversas situaciones adversas por las que atraviesan las personas, las familias y la comunidad a la que asistimos a diario. ¿Desde que modelo, desde que Paradigma abordamos estos conflictos? ¿Cual es la mirada con la que observamos las situaciones que se están expresando en nuestras sociedades en forma permanente? Numerosos casos de violencia cotidiana, doméstica, enfermedades de diverso tipo, donde la muerte está muchas veces presente. También conflictos en los vínculos interpersonales, en los sistemas familiares, en los ámbitos laborales, en las escuelas, en los espectáculos públicos, en el mundo entero. El avasallamiento, el no aceptar al diferente, nos aleja, nos impide la sana convivencia social. De todo esto surge una pregunta? ¿Que hace Que ciertas personas puedan sobreponerse a todas éstas situaciones adversas por las que transitan y hasta en ocasiones salir transformadas por las mismas en beneficio de su entorno? Werner, una estudiosa de la epidemiología social, observó durante alrededor de treinta años como se desarrollaba la vida de una Comunidad en Hawai, donde muchos de los integrantes sufrían diversas situaciones de riesgo. Así descubrió que algunos de los niños o jóvenes, que padecían experiencias de violencia, alcoholismos, vínculos rotos, abusos, etc, podían sobreponerse y desarrollarse como individuos con posibilidad de crecer favorablemente y ser personas positivas para su comunidad y otros en cambio no lograban recuperarse. A partir de estos estudios numerosos investigadores profundizan en el tema y surge así el concepto de resiliencia. Qué es la resiliencia? “Tiene que ver con los recursos y la "capacidad humana" que le permiten a las personas "enfrentar, sobreponerse y salir fortalecido por experiencias de adversidad"(Grotberg). Dentro de los pilares de la resiliencia está la autoestima. Necesidad humana básica que nos refiere al sentido de valoración personal, relacionado al cuidado que el niño y el joven recibe por parte de las figuras de significado en sus vidas, padres, abuelos, tíos, educadores y otros agentes sociales con los que se establece una relación. La resiliencia, la autoestima, tienen mucho que ver con la promoción de los seres humanos, es así como a través de un proceso se promueve el desarrollo de diferentes valores, los conceptos de solidaridad, de amor a sí mismo, al semejante y al diferente, la autoaceptación y la aceptación del otro. Surgen las nociones sobre el cuidado, y así cuidar a otro, ser cuidado por otros y cuidarse uno mismo, son actitudes necesarias e indispensables para una vida saludable. Claro que la resiliencia es más que eso, es un modo de ver salidas posibles en situaciones que parecen no tenerlas, es ser creativo, es tener sentido del humor, es valorarse y valorar a los otros, tiene que ver con el modo de aprender de las experiencias y capitalizarlas, también con el de establecer lazos profundos y convivencias saludables con las personas. Fritz Perls creador del Enfoque Gestáltico solía repetir “la Gestalt es demasiado beneficiosa para limitarla a los enfermos”. Desde este enfoque holístíco e integrador, orientado a promover el desarrollo humano existe bastante relación con el concepto de resiliencia. La Gestalt coloca el acento en lo que está presente y no en lo que falta y el aprendizaje se presenta como la posibilidad que tiene la persona no sólo de recibir información sino de “descubrir lo que es posible”. “La Gestalt nos enseña a construir desde la adversidad. Nos desafía permanentemente a imaginar y poner en práctica modos constructivos de procesar experiencias”. (Miguens) Esto nos lleva a una reflexión, como profesionales, ¿cuales son nuestras adversidades en la labor cotidiana, en los vínculos interdisciplinarios con otros profesionales, con nuestros colegas? Que necesario y saludable es trabajar en los equipos de profesionales, los aspectos resilientes, los soportes que descubrimos, que nos ayudan a fortalecernos interiormente para crecer en nuestros propósitos laborales y colaborar así en el desarrollo profesional. Desde su enfoque humanista se describe a la autoestima como una de las necesidades primordiales del ser humano. La misma que es uno de los pilares de la resiliencia, se refleja en la imagen de la famosa pirámide propuesta por Maslow como parte del camino, que conduce a las personas a su desarrollo y superación, lo que éste autor llama la “autorrealización”. Así la autoestima se define como una necesidad fundamental de los seres humanos que les permite crecer y superarse también profesionalmente. En la última década la misma ha cobrado mayor vigencia por los cambios operados en nuestra realidad profesional, social y económica. En este período nos enfrentamos con distintas políticas de globalización , con las consiguientes competencias profesionales que se desencadenan a partir de esto. Aparecen requerimientos de mayor capacitación, formaciòn profesional y necesidades de más agudeza y creatividad para insertarse y crecer en los espacios laborales. Una propuesta que intenta facilitar estos cambios promocionales en los operadores sociales y de salud lo constituye los Grupos PYR, es decir los Grupos de Promociòn y Recuperaciòn de la Calidad de vida de los Operadores Sociales y de la Salud. Los profesionales de la salud necesitan contar con èstos espacios de cuidado de su persona y de su rol profesional. De este modo al contar con ellos, se promueve y se recupera la calidad de vida de los operadores sociales y de la salud. Modalidad de Trabajo Los encuentros consisten en la reunión grupal de los profesionales con el equipo coordinador, formado para tal fin, donde se pone el foco en la recuperación y en la de promoción de la calidad de vida profesional de los mismos. Se realizan en los ámbitos laborales/ en forma presencial o virtualmente y se desarrollan con modalidad de taller de reflexión y de vivencia realizados desde un enfoque holista e integrador, como es la Gestalt. La frecuencia de los encuentros es mensual con una duración de dos horas y media cada uno y con un mínimo de ocho participantes. En los cuales a través de la experiencia los participantes tienen la posibilidad de descubrir sus necesidades, aspiraciones y motivaciones laborales. Se les propone reflexionar para ver el modo en que logran o no la satisfacción de las mismas. En los encuentros se realizan experiencias que puedan servirles de soporte en la tarea cotidiana para que logren darse cuenta de sus fortalezas y debilidades. Rescatando de este modo, sus capacidades y logros profesionales. Se les transmiten recursos fortalecedores, técnicas expresivas, meditativas, mindfulness, visualizaciones, entre otros. Se desarrollan los factores que tienen que ver con la autoestima y con la capacidad resiliente de cada uno. También se les propone analizar su lugar en el espacio laboral, para que a partir de reconocer cual es su puesto de trabajo, dentro del organigrama institucional, definan las tareas y funciones que tienen a su cargo para optimizarlas. Este análisis de la tarea hace posible el darse cuenta sobre si existen en ellos sentimientos de realización y de crecimiento profesional. Logran también delegar en otras personas responsabilidades, cuando corresponde hacerlo y utilizar a pleno sus habilidades y recursos personales en el ámbito laboral. La actividad también se orienta a promover un desarrollo más eficiente de la tarea, y previniendo el burn out o desgaste profesional. El Burn out es un síndrome que está relacionado con el desgaste físico, mental y emocional que afecta tanto a los profesionales de la salud como a toda persona que trabaja en contacto directo con otras personas. Se conoce en forma frecuente como “estar quemado”, agotado, desgastado, exhausto”. Es una posición de riesgo laboral que afecta a varias profesiones orientadas al trabajo con las personas en diversas áreas. Esta situación que afecta al profesional tiene también consecuencias en las instituciones y en la calidad de atención que se brinda en las mismas. En ocasiones a partir de este desgaste. el personal trabaja mucho más y hay menos logros en su desempeño. También estas dificultades se expresan con ausencias reiteradas o deseos de no concurrir al trabajo. Y se manifiestan también con llegadas tarde; con escasa creatividad para resolver los problemas que surgen Al realizar los talleres en forma grupal, los participantes pueden descubrir la forma en que se vinculan con los compañeros de tareas, con los superiores, como se comunican con ellos, que obstáculos encuentran en las tareas compartidas. De este modo las relaciones con otros profesionales pueden flexibilizarse, se humanizan y se enriquece la participación en los equipos. Hasta se evitan los conflictos que muchas veces se originan en los mismos por malos entendidos o problemas en la comunicación o por desconocimiento de la tarea profesional de cada uno. En otras ocasiones, al presentarse los problemas, los mismos pueden superarse y resolverse de un modo más saludable”. Cada sistema social en este caso cada “espacio laboral”, se constituye por “una figura y un fondo”. El entramado que se crea en cada ámbito de trabajo y como se realiza la interrelación dentro del mismo tienen mucho que ver con los valores y con las creencias que se sostienen en la convivencia de dicha organización. Considero que si el profesional se valora a sí mismo, valora a su espacio laboral y es también reconocido por él. Cuando sus necesidades de subsistencia están satisfechas, las personas pueden estar motivadas por la búsqueda de otro tipo de recompensas que tienen que ver más con valores superiores como la pertenencia, la dignidad, el respeto y así tienen posibilidad de realizarse como personas y como profesionales”. Si la vida es factible de transitar para ellas de un modo digno y saludable, todo ello representa una puerta abierta hacia un más óptimo desarrollo de su rol profesional y un crecimiento para la Institución donde él está inserto. Sugerencias bibliográficas OPS disponible en www.ops.com Ministerio de Salud de Argentina Calvo y Reynoso, Trabajo Social y Enfoque Gestáltico, editado por Espacio editorial, 2003 Calvo Liliana, Resiliencia, Autoestima y Promoción Social ,artículo publicado por la Revista Margen N 38 y por la Red Social Iberoamericana de Trabajo Social Autònomo. Calvo Liliana, Autoestima del Trabajador Social. Artículo publicado en www.fortunecity.es Calvo Liliana ,Talleres de Autoestima para Trabajadores Sociales realizados en el Consejo Profesional de Graduados en Servicio Social y Trabajo Social y en la Mutual Amugenal. Chadi, Redes Sociales en el Trabajo Social. Edit Espacio. 2000 Maslow A. El Hombre Autorrealizado. Edit Troquel, Kairos. Perls Fritz, El Enfoque Gestaltico, Editorial Cuatro Vientos Polster, Ervin y Miriam , Terapia Guestàltica, editorial Amorrortu Liliana Calvo Lic. En Servicio Social. Socioterapeuta Gestáltica y Mediadora Familiar. Fundadora y Directora del Grupo ConVivir, centro que brinda atención a niños, adolescentes, adultos, a parejas y a familias. Fundadora y Directora de la Revista ConViviendo, publicaciòn on line de Grupo ConVivir. Co-autora del libro Trabajo Social y Enfoque Gestáltico. Edit Espacio Creadora de los Talleres y Grupos de “Autoestima para Amas de Casa”, realizados en el Programa de Salud Mental del Hospital Pirovano de la Ciudad de Buenos Aires. Creadora de los Grupos de “Autoestima en Tiempos de Crisis”, para personas desempleadas, llevados a cabo en la Asociaciòn Gestàltica de Buenos Aires Creadora de los Talleres de Autoestima para Trabajadores Sociales realizados en el Consejo Profesional de Graduados en Servicio Social y Trabajo Social y en la Mutual Amugenal. Creadora de los Grupos PYR de Promoción y Recuperación de la Calidad de Vida Profesional, junto a la Lic. Anabella Ossani Co-fundadora de la Red Social Iberoamericana de Trabajo Social Autònomo. Miembro del Consejo Profesional de Graduados en Servicio Social y Trabajo Social Miembro de la Red Latina de Terapeutas Gestálticos

viernes, 30 de agosto de 2024

20 Años de la Revista ConViviendo

 

Revista ConViviendo Nùmero 37



Con mucha alegría, èste año 2024, cumplimos 20 años con la publicación de la Revista ConViviendo, desde que fue editada por primera vez en modo de Boletìn, hasta que tomò la forma  de edición online al estar en la web en la página de nuestro Blog y en la página de  Centro Grupo ConVivir. Un destacado grupo de valiosos colegas de España, Chile, Colombia, se fueron sumando al staff de la misma, brindando su aporte destacado. Compartiendo sus saberes en libros, artículos, ponencias, cursos diversos. Les agradecemos a todos por su estimada presencia.

 Como les transmitimos en el número especial a los 18 años de la Revista, los años van sumando experiencias, y seguimos considerando lo valioso de seguir difundiendo producciones cientìficas y culturales , cursos de especializaciòn, que van surgiendo, en nuestro paìs Argentina y en el Exterior, fin de continuar en el camino del  fortalecimiento  y crecimiento personal y profesional.

Hemos tratado de generar un foro de expresiones que diera lugar a la presentación de diversas miradas, distintos modelos, metodologìas, técnicas, especialidades diversas en las diferentes áreas de las ciencias, trabajo social, psicologìa, psicopedagogìa, jurìdicas, mèdicas.

 En relación al Trabajo Social, donde sus artìculos han tenido y tienen un lugar destacado en la Revista, fuimos difundiendo expresiones del Trabajo Social familiar, el Genosociograma como método diagnòstico, la Gestalt, la Socioterapia, el Trabajo Social Clínico,  sobre la Metodologìa del Trabajo Social de Grupo, Trabajo Social Forense, el Trabajo Social en Organizaciones, el Trabajo Social en Internet, Reseña de libros como la realizada por la Prof. Àngela Marìa Quintero Velasquez del Diccionario Internacional de Trabajo Social en el Àmbito Socio Jurìdico , de Amaro Sarita y Claudia Krmpotic

Publicamos entrevistas a colegas destacados como a  la valiosa colega Carmina Puig Cruell de España, Francesco Tonucci, de Italia, como asì también experiencias de colegas de Argentina, como ser el Grupo de Salud Mental del Consejo Profesional de Graduados en Servicio Social y Trabajo Social, en sus 25 años de trayectoria,con los colegas Lic. Marta Bersten, Lic. Lina Pannia, Lic. Cristina Oerlin, Lic. Noemi Benchimol, Lic. Mirta Espósito, Lic. Alejandra Carbone, Lic. Soledad De Vito, Lic. Lorena Avellaneda, Lic. Leonardo Zabala, Lic. Esteban Martin.  Grupos de Redes profesionales de Trabajo Social Independiente y de Trabajo Social Socioterapèutico.

Sumando artículos destacados de Trabajo Social, de varias de la revistas editadas,  en el año 2013 se publica en Espacio editorial  la compilación Trabajo Social Familiar Transdisciplina y Supervisiòn, por Liliana Calvo,  donde ya en esos años surge el lugar de preponderancia de colegas que nos hablan de lo clínico y no clínico en el Trabajo Social, del tratamiento con familias multiproblemàticas, de la importancia del Trabajo Social transdiciplinario y de lo valioso de los espacios de Supervisión, entre otros. Las/os colegas Angela Quinteros Velasquez, Marìa Ximena Mendez Guzmàn, Escartin Caparros, Dolors Masfret,  Carolina Rojas Madrigal, Francisco Gomez Gomez de España figuran entre sus autores.

Al cabo de los años de editada la Revista, fuimos viendo la evolución del Trabajo Social, por ejemplo el artículo de Francisco Gomez Gomez publicado en la Revista Nùmero 31 del año  2011 que ya nos referenciaba sobre el Trabajo Social Clìnico en esos años, luego el màs próximo  en el 2020 Trabajo Social Clìnico, Breves consideraciones històricas y caminos de evolución de la especialidad del Trabajo Social Clínico de la estimada colega de Brasil, Sonia Guiomar Martins Seixas que nos hace una descripción detallada, del Trabajo Social Clìnico  o el articulo de Manolo Salinas Tomas, Trabajo Social Clìnico y Ejercicio libre de la profesión, publicado èste año 2024.

Con entusiasmo surgen las propuestas de Congresos Internacionales I y II en el año 2023 y en el año 2024, desde Capa Social Work, liderado por la colega Carolina Càrdenas, con ponencias destacadas de diferentes partes del mundo. El Congreso de la Comisiòn Lìderes del Trabajo Social: El Mundo del Trabajo Social, de UNEMI, Ecuador, el I Congreso de Trabajo Social Clínico en Argentina propuesta llevada adelante por el colega Nahuel Sepùlveda, presentando a colegas destacados de Argentina, y el IX Congreso Internacional de Trabajo Social Clìnico de la Universidad de Valparaìso, en Chile.

 Investigaciones sobre, Acompañamiento familiar, desde la Maestrìa de Acompañamiento familiar, llevada a cabo por la colega Cindy Carreras Torres de Colombia. Y en Brasil sobre Trabajo Social Clìnico y Logoterapia, de la mano del colega Edson Marquez. La apariciòn de Asociaciones de Trabajo Social libre como ATSEL de la colega Dolores Rodrìguez en España.

 El surgimiento de nueva bibliografía, como ser el libro de Amalia Ituarte  Pràcticas del Trabajo Social clínico,  el libro el Diagnòstico Social de Jonathan Regalado del Instituto Español de Trabajo Social Clìnico, Terapia Social, Un instrumento de cambio del colega  Gabriel A. Cano, Modelos y Métodos de intervención en el Trabajo Social  de Juan Jesùs Vizcarret, Metodologìa de Intervención Social de Aura Victoria Duque, La Dimensión Terapèutica del Trabajo Social de Lola Lòpez Davadillo, La Entrevista domiciliaria de los colegas Graciela Nicolini y Jesus del Canto,  Del Burnout al sentido. Intervenciones psicosociales saludables de Luis Manuel Estalayo Martìn, entre otras expresiones bibliogràficas.

Florecieron completos  artículos de investigación como ser el de Trabajo Social Clìnico en Argentina, realizado por el colega Nahuel Sepùlveda  en la Revista del Instituto Chileno de Trabajo Social Clìnico liderado por el colega Diego Reyes.

 Cursos de especialización post gradual,  tan necesarios para logar la especializaciòn del colectivo profesional, a nivel Universitario como la Diplomatura Universitaria en Abordaje Social en el Campo Socio Jurídico y de Adicciones, desde la Asociaciòn Argentina de Salud Mental  y la Universidad de Tucumàn en Argentina, liderada por los estimados colegas Amalia Barcan y Esteban Martin de Argentina. Los cursos de especializaciòn del espacio Humanista Perù de los colegas  Marìa Janeth y Wilson Marca, y de Capa Social Work de Perù.

 Formaciones de Trabajo Social Clìnico en  los Institutos de España de Trabajo Social Clìnico de Jonathan Regalado, y de Portugal en el nombre de la colega Sandra Castanheira, en Chile el Instituto Chileno de Trabajo Social Clìnico del colega Diego Reyes, en Perù convenios  de Capa Social Work , con el Instituto Español de Trabajo Social Clìnico, en Colombia la Red de Trabajo Social Clìnico,  y el  ICTSC de Daniel Miranda,  haciendo asì su presencia las formaciones de Trabajo Social Clìnico, tanto en España, Portugal, como en Amèrica Latina en Chile, Colombia, Perù.

Y por último  cabe mencionar los Grupos de Trabajo Social  Mundial, Clìnico, de Terapia Social, de Emprendimientos, de Salud Mental, Forences, en Adicciones, de Socioterapia,  entre otros, en las redes sociales, donde se intercambian saberes y se  comparten novedades en cursos, artìculos,  bibliografía y eventos científicos.

Les agradecemos a todos los profesionales que han colaborado con la revista enviando sus artículos al cabo de los años, son muchos, desde Argentina, y de distintos países de Latinoamèrica y de España, a los escritores, a los poetas, sin ellos, esta Revista no cumpliría su objetivo.

A las personas que nos leen y se comunican, les decimos gracias por los mensajes que recibimos con sus comentarios, son un aliento para todos los que hacemos la Revista.

Los invitamos a los que deseen, a que nos hagan llegar también sus producciones en  artículos , experiencias profesionales, poemas, cuentos, noticias de sus actividades profesionales o creativas, que quieran sean difundidas en nuestra Revista.

Les enviamos un saludo afectuoso.

Lili Calvo y  Consejo editorial

Trabajo Social Clínico y ejercicio libre de la profesión Manolo Salinas Tomàs

 

Trabajador Social. Terapeuta Gestalt.

Profesor de Fundamentos del Trabajo Social de la Universidad de Valencia.

Agradecemos al estimado colega Manolo Salinas Tomàs, aclarando que èste artículo está publicado en la Revista del Colegio Oficial de Trabajo Social de Valencia (España) Se difunde aquì con  la autorización de su autor.

 RESUMEN El Trabajo Social Clínico en España para la mayoría puede ser considerado como algo anecdótico y que apenas es nombrado en libros y textos. Nada más lejos de la realidad, si bien desarrollado en muchos casos en la sombra, cada vez son más las compañeras y compañeros que han optado por formarse y dedicarse profesionalmente a esta especialidad del trabajo social. El presente artículo justifica la presencia de trabajadoras y trabajadores sociales dedicados a la especialidad clínica, así como de la necesidad de elaborar un plan de formación específico que prepare adecuadamente a los trabajadores sociales que quieran dedicarse al mismo.

PALABRAS CLAVE: Trabajo Social Clínico, terapia familiar, supervisión clínica, psicoterapia.

ABSTRACT The Clinic Social work in Spain for the vast majority might be considered as something anecdotic and that is barely mentioned in books and texts. Not in the slightest from reality, even though it is much more developed in the shade, each time more workmates have decided to form and dedicate professionally to this social work specialty. This article justifies the presence of social workers dedicated to this clinic specialty, as well as the necessity of elaborating a plan of specific formation that prepares suitably social workers that would like to dedicate themselves to this area. KEY WORDS: Clinic social work, family therapy, clinic supervision, psychotherapy

INTRODUCCIÓN

 Para la mayoría de vosotros –diplomados en Trabajo Social- leer un artículo que hable sobre el Trabajo Social Clínico en España puede suponer poco más que teorizar sobre multitud de textos que estudiamos en la universidad, de autores clásicos como Mary Richmond, Virginia Satir, Gordon Hamilton, o más cercanos como Teresa Rosell y A. Ituarte. Sin embargo, al igual que estos y otros autores, entiendo el Trabajo Social Clínico como una especialización de nuestra profesión, una realidad entrelazada con profundos vínculos históricos por diferentes corrientes psicoterapéuticas.

 En mi opinión, el Trabajo Social Clínico en España, como tal especialización, está mucho más cerca de nosotros de lo que la mayoría podáis pensar o imaginar; pero, antes de proseguir con mi argumento, creo necesario recordar algunos aspectos básicos sobre lo que entendemos por Trabajo Social y sobre todo por Trabajo social Clínico.

Recordando y aclarando conceptos

En la web del Consejo General de Colegios Oficiales de Diplomados en Trabajo Social, podemos localizar el siguiente párrafo de la FITS (Federación Internacional de Trabajo Social) que define la práctica del Trabajo Social:

“El trabajo social se enfrenta a las fronteras, desigualdades e injusticias que existen en la sociedad. Responde a las crisis y emergencias así como a los problemas personales y sociales del día a día. Utiliza distintos conocimientos, técnicas y actividades consecuentes con su centro de atención holístico en las personas, por un lado y en su entorno por otro. Las intervenciones del trabajo social abarcan desde los procesos psicosociales focalizados a nivel individual, hasta el compromiso con la política, la planificación y el desarrollo social. Incluyen el asesoramiento, el trabajo social de casos, el trabajo social con grupos, la pedagogía social y la intervención y terapia familiar, así como esfuerzos para ayudar a las personas a obtener servicios y recursos comunitarios. Las intervenciones también incluyen la dirección de organismos, la organización comunitaria y el compromiso con la acción sociopolítica para influir en la política social y el desarrollo económico. El centro de atención holístico del trabajo social es universal pero las prioridades de la práctica del trabajo social variarán de un país a otro y entre períodos de tiempo dependiendo de las circunstancias culturales, históricas, y socioeconómicas”.

Así al concretar más en una definición de trabajo social clínico, Amaya Ituarte, en su libro “El Trabajo Social Clínico”, publicado por el propio consejo lo hace del siguiente modo:

“El Trabajo Social Clínico es una forma especializada del Trabajo Social, que siguiendo el procedimiento científico y por medio de un proceso psicoterapéutico trata de ayudar a personas, familias y/o grupos pequeños que se encuentran en situaciones de conflicto manifestadas por problemas psicosociales, a que desarrollen sus capacidades tanto psicológicas como sociales, en forma que puedan hacer frente en mejores condiciones tanto a sus problemas actuales, como a otras situaciones conflictivas que pudieran presentárseles en el futuro, tratando de ayudarles a desarrollar su capacidad de comprensión (de sí mismos y de su entorno), su tolerancia ante el sufrimiento y la frustración, así como su capacidad para utilizar adecuadamente sus propios recursos personales y los que ofrece el medio social”.

Consejo General de Colegios Oficiales de Diplomados en Trabajo Social y Asistentes Sociales, El Trabajo Social Clínico (ITUARTE, 1992)

En EE.UU, cuna del Trabajo Social moderno, en el que la práctica totalidad de la terapia familiar es desarrollada por trabajadores sociales, la NASW (National Association of Social Workers), define al trabajador social clínico como:

 “ …aquel que está, por formación y experiencia, profesionalmente cualificado a un nivel de práctica autónoma, para proveer servicios directos de diagnóstico, preventivos y de tratamiento a individuos, familias o grupos cuyo funcionamiento está amenazado o afectado por stress social o psicológico o por deterioro de salud. Por tanto, como profesional de la atención de la salud que es, va a proporcionar apoyo a individuos y familias”. The National Association of Social Workers (NASW)

Como vemos, los postulados de nuestra profesión permiten un amplio marco de intervención que abarca desde lo individual a la totalidad de la sociedad, pasando por familias y colectivos. No obstante –aun trabajando con individuos- el término “social” será nuestro referente de actuación, considerando siempre a la persona en relación al grupo o comunidad a la que pertenece. Es importante resaltar este aspecto, que caracteriza nuestro trabajo y nos diferencia de otros abordajes: tomamos a la persona como ser social, no como individuo aislado (aunque estemos ante una intervención individual).

Límites subjetivos

Como ya he mencionado, nuestra profesión abarca un amplio campo de intervención, lo que puede llegar a ser una dificultad a la hora de establecer un marco referencial teórico que especifique claramente “cómo” llevar a la práctica nuestra labor.

Afortunadamente tengo una tendencia natural a ver lo que posibilita más que lo que limita, por lo que prefiero considerar esta posible “pega” como el elemento que nos va a permitir ser más integrativos y eclécticos, pudiendo elegir lo que mejor nos parece de otros modelos y realizar de este modo nuestra tarea adaptando el modelo a la persona y no al revés.

Otro aspecto que puede ser limitante, es que el término “Trabajo” nos invita más a la acción (y en muchos casos a la inmediatez) descuidando o en todo caso viendo con cierto recelo la teorización excesiva. Aquí la trampa es ver a la praxis enfrentada a la teoría, en lugar de como base y soporte que buscan la excelencia en nuestro hacer.

 Otra dificultad a tener en cuenta, hasta la fecha, es que los estudios oficiales de la diplomatura apenas han atisbado (dada la imposibilidad de adquirir en tres años todo el bagaje de conocimientos necesarios) a dotar con la pericia suficiente como para ejercer de trabajador social, cuanto menos en una especialidad tan compleja como la de trabajo social clínico. Es de suponer, sin embargo, que la nueva ordenación de los estudios con las incorporaciones de los títulos de grado, los másteres y doctorados, dé la vuelta a la situación y que en unos pocos años hablemos de un escenario totalmente diferente.

Trabajadores Sociales clínicos en España

En España, los que nos consideramos herederos de la práctica del Trabajo Social Clínico, no somos pocos (aunque sí creo poco vistos) y quizás una de las razones sea la de que hasta la fecha no haya existido una formación específica que capacite para ejercer como tal y hayamos tenido que conformarnos un currículo autodidacta, muy vinculado en la mayoría de casos, a diferentes corrientes psicoterapéuticas. Así, tradicionalmente, el modelo sistémico ha sido elegido por muchos compañeros para formarse y especializarse, pero no sólo este, la Terapia Gestalt y otras, han constituido otras vías que han ido posibilitando la formación clínica específica.

En este sentido Josefa Fombuena y Amparo Martí, en el VI Congreso de Escuelas de Trabajo Social (Zaragoza, 2006), en su ponencia sobre Trabajo Social Clínico, señalan:

“Las trabajadoras sociales, ahora profesionales, buscaron formaciones que le permitieran ver el rostro del sujeto, ver al otro diferente (Levinas, 1993). Algunas, las primeras, acudieron a una formación de tipo pisicodinámico siguiendo una tradición europea (Salzberger Wittemberg, 1970; Rosell, 1988). Otras mantuvieron la mirada cercana al individuo con sus peculiaridades y suunicidad (Ituarte, 1999) Otras, más jóvenes, se dirigieron entusiasmadas hacia nuevos modelos que parecían dar respuesta a todas las preguntas (Fombuena, 2000). Sea cual fuere la pregunta, las respuestas parecían dirigirse hacia modelos terapéuticos. Estábamos, nuevamente, ante el trabajo social clínico. En España, el trabajo social clínico está presente en las Escuelas de Jaén, Granada, Madrid, Gijón.”

Como ejemplo, creo importante destacar que en la FEAP (Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas), detrás de médicos y psicólogos, en cuanto a número de asociados agrupados por su formación universitaria de origen, nos encontramos los diplomados en trabajo social, delante y con diferencia del resto de carreras universitarias. En relación al tema, Francisco Gómez Gómez, Profesor de la E.U. de Trabajo Social de la Universidad Complutense de Madrid, en su artículo “El Trabajo Social Clínico”, escribe lo siguiente:

 “Un ejemplo que pone de manifiesto que en nuestro país va aumentando el número de trabajadores sociales con una mayor formación de postgrado es que en el directorio de socios de la Federación Española de Asociaciones de Terapia Familiar de 1996, ya existían más de 120 socios trabajadores sociales de un total de 882 socios. Es fácil suponer que dicho número haya seguido aumentando y que otras Federaciones o Asociaciones también contarán entre sus socios con trabajadores sociales, que se asocian después de adquirir una formación previa y que es uno de los requisitos establecidos para ser admitidos en ellas.”

Otra dificultad para  que el Trabajo Social Clínico emergiese en España, ha sido que al no existir espacios profesionales en los que desarrollar la especialidad, ni en la administración pública ni en el sector privado (principalmente formado por entidades sin fin de lucro y ONGs), hemos tenido que optarla mayoría por la vía del autoempleo, dedicándonos, como en mi caso, a la formación y más discretamente (y amparado por la escuela de psicoterapia en la que me formé), a la terapia individual y familiar.

Al respecto, es importante nombrar un tema, siempre delicado, puesto que la difuminada línea del intrusismo profesional puede ensombrecer la posibilidad de que el Trabajo Social Clínico en España pueda desarrollarse abiertamente y con el peso específico que considero debe tener en nuestra profesión.

Baste recordar, a modo de ejemplo, lo ya referido en este escrito sobre el Trabajo Social (clínico) con familias en EE.UU., el cual es desempeñado prácticamente en su totalidad por trabajadores sociales.

 Vuelvo a reseñar el artículo de Francisco Gómez que redunda en este tema:

“El Trabajo Social Clínico tiene que ser, a mi juicio, una especialización del Trabajo Social. No cabe duda que lo que capacita a cada uno para el ejercicio de una profesión es el título que está legalmente establecido, pero también es cierto que después cada uno adquiere la cualificación que más le gusta; la cual le proporciona las habilidades adecuadas para ayudar a las personas que requieran sus servicios, dentro del ejercicio de su profesión.”

Este campo de práctica puede ser encuadrado dentro del Área Temática: “La formación para la auto-ocupación” de este Tercer Congreso Estatal de Escuelas Universitarias de Trabajo Social, pues es la práctica privada la que menos se ha desarrollado en nuestro país y por eso es pertinente avanzar en la exploración de nuevos yacimientos de empleo.

La preparación en Trabajo Social Clínico

Hemos visto que hasta la fecha el trabajo social clínico En España, ha sido una parte casi anecdótica dentro del volumen de la profesión, tanto por la ausencia de una formación específica como de lugares profesionales en los que desarrollarla. Si bien es cierto que en los últimos años se están abriendo espacios profesionales, como es el caso de la mediación familiar, en la parte clínica del trabajo social tiene un importante peso específico.

También, en lo referente a la formación, aparecen nuevas ofertas en cuyo currículo lectivo la dimensión clínica tiene un importante peso específico.

Así, el Máster Oficial en Bienestar Social: Intervención Individual, Familiar y Grupal, va a suponer mucho en este sentido. En mi opinión, la formación del trabajador social clínico debe de tomar ejemplo de las escuelas con mayor solera en las que existen elementos que considero marcan la diferencia en cuanto a la preparación de los profesionales; aspectos como la supervisión de casos y el análisis personal son indispensables para completar un currículo adecuado en el campo clínico (la mayoría de corrientes psicoterapéuticas incluyen también la supervisión y la terapia propia como condición específica para completar el periodo de formación).

Gordon Hamilton en “Teoria y práctica de trabajo social de casos”, dejaba explícito que el trabajador social tenía que prepararse para administrar psicoterapia…

“… cuando alguien toma conciencia de su problema y quiere ser tratado no importa que dicho tratamiento sea considerado como parte del trabajo social o como terapia o psicoterapia. Lo importante es la demanda y que el tratamiento sea administrado por un profesional con una formación previa y reconocida. El trabajador social que esté interesado en la práctica de la psicoterapia “debe estar emocionalmente dispuesto a aprender sobre sí mismo y sobre los demás, por lo que es conveniente el propio análisis, si fuera posible, y un periodo de adiestramiento en el que se trate un buen número de casos bajo la estrecha supervisión de un profesional, y posteriormente con consultas”.

Amaya Ituarte, en el epílogo de su libro ya citado dice:

“El Trabajo social Clínico en cuanto proceso psicoterapéutico, sigue las reglas básicas de las psicoterapias, tal y como han sido estudiadas y analizadas en la Teoría del Trabajo Social (y más específicamente, en el Casework, Groupwork y el tratamiento familiar) y utiliza las técnicas psicoterapéuticas pertinentes; además de que puedas ser enriquecido con la formación complementaria que el trabajador social pueda tener en una u otra orientación psicoterapéutica.”

 CONCLUSIONES

 Para acabar, una breve reflexión sobre el objeto de nuestro trabajo y los instrumentos con los que contamos. Una de las quejas habituales en nuestra profesión es la de la falta de recursos. Nuestro día a día transita con escasez de recursos (económicos y de personal) que generalmente han de ser dirigidos hacia las personas y colectivos que más lo necesitan por carecer de ellos. Pero, ante esa realidad que no se puede obviar, muchas veces nos olvidamos de la principal y más importante herramienta con la que contamos, me estoy refiriendo a “nosotros mismos”. ¿Cuántas veces hemos realizado una intervención satisfactoria en la que “sólo” hemos contado con nuestra capacidad de escucha y poco más? ¿En cuántas ocasiones hemos sentido que más importante que lo “que hemos hecho”, ha sido el “cómo lo hemos hecho? Sé que no digo nada nuevo con esto, que incluso podría tomarse como argumento político, un tanto demagógico, tratando de justificar la falta de inversiones económicas en políticas sociales. Pero el hecho de no ser político y sí trabajador social, espero me deje al margen de cualquier sospecha.

 Finalmente, quiero destacar algo que apenas he nombrado explícitamente y que aparece en el título de este artículo haciendo referencia al ejercicio libre de la profesión. Por mi experiencia sé que dicha aventura es posible, si bien no fácil ni “gratuita” en ningún sentido. Con todo, siento que estamos ante un gran momento -abierto de posibilidades- para nuestra profesión y especialmente en relación al trabajo social clínico.

De momento, ya contamos con la posibilidad de oficializar unos estudios y una práctica que algunos contemplábamos utópicamente. Creo llegado el momento en el que los que de alguna manera nos consideramos trabajadores sociales clínicos, debemos salir de la sombra para reclamar y/o empujar en esta línea. Haciendo visible nuestra realidad, la especialidad que hemos elegido y más sentimos, colocándola en el lugar que sin duda se merece.

 FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

 HAMILTON, G. (1974) Teoría y práctica de trabajo social de casos, Editorial Prensa médica mejicana, México.

ITUARTE, A. (1999) Procedimiento y proceso en Trabajo Social Clínico, Consejo General y Siglo XXI, Madrid.

GOMEZ, F. (2000) “El trabajo social clínico”, pp. 1-16, en Cambio social. Relaciones Humanas. Nuevas tecnologías. Enfoques para una formación de futuro, 3er. Congreso de escuelas universitarias de Trabajo social, Barcelona, Mira Editores, Zaragoza. RICHMOND, M. (1922) Social Case Work, Russell Sage Foundation, New York. (Hay traducción, Caso social individual, (1982) Humanitas, Buenos Aires). ROSELL, T. (1988) L’ Entrevista en el treball social, La llar del llibre, Barcelona. SATIR, M. (1980) Psicoterapia familiar conjunta, Ed. Pax México.

CLOÉ MADANES: Historias de Psicoterapia, en Nardone, G. y Watzlawick, P.: Terapia breve: filosofía y arte. Herder. Barcelona. 1999. Págs. 201-224. JOSEFA FOMBUENA Y AMPARO MARTÍ. Trabajo Social Clínico. VI Congreso de Escuelas de Trabajo Social - Zaragoza 2006.

 

 

TRABAJO SOCIAL CLINICO: BREVES CONSIDERACIONES HISTÓRICAS Y CAMINOS PARA LA EVOLUCIÓN DE LA ESPECIALIDAD "TRABAJO SOCIAL CLÍNICO" Sonia Guiomar Martins Seixas

 

Mi agradecimiento a la estimada colega Sonia Seixas, por compartir su valioso artìculo, para ser publicado en  este Blog y en la Revista ConViviendo. Lic. Liliana Calvo

  

“¿Sería demasiado fantástico esperar que el psicoanálisis, a pesar de sus propósitos, esté dispuesto a atenuar las neurosis de la civilización? Tal vez una vez más un americano tiene la idea de gastar algo de dinero para que los trabajadores sociales de su país sean entrenados analíticamente para defender a la sociedad de este caos... las cosas que realmente importan para el desarrollo individual (subjetivo) jamás pueden ser afectadas por regulaciones o prohibiciones.”

Sigmund Freud, 1926 (traducción nuestra).

 

INTRODUCCIÓN

 

Este breve artículo tiene como objetivo principal confirmar y fundamentar la pertenencia del Trabajo Social al área clínica, desde su origen, a través de la referencia cronológica, a partir de las principales pioneras, estudiosas y practicantes del trabajo social de casos - casework - y su evolución hasta la actualidad.

Las prácticas fundadoras de la profesión muestran, sin lugar a dudas, su objeto e instrumentos de intervención: el sujeto en interacción con su ambiente social sin limitaciones, es decir, estudio e intervención desde la perspectiva persona/ambiente y sus vicisitudes.

La influencia de la teoría psicoanalítica, desde sus inicios, y un panorama del hacer especializado del asistente social clínico en los diferentes países, actualmente enriquecido y valorado por una diversidad de saberes, nos invita a reflexionar.

 

Mary Ellen Richmond

 

Es imposible comenzar las reflexiones sobre el trabajo social en su origen, evolución y diversidad sin comenzar con Mary Ellen Richmond (1861-1928).

Mary Richmond creó las bases para el desarrollo de la metodología científica del trabajo social profesional. Ella examinó las causas de la pobreza y la exclusión social en la interacción entre el individuo y su ambiente.

Fue Richmond quien desarrolló sistemáticamente el contenido y la metodología del diagnóstico en el período de 1910. Su primer principio era que el cuidado debía centrarse en la persona incluida en su situación y en su capacidad resiliencia ante su sufrimiento, transformando las adversidades de la realidad en añadidos. Basándose en una extensa investigación, desarrolló lo que llamó "diagnóstico social", que originó su clásico Diagnóstico Social (1917).

Su famoso diseño circular visualizaba la correspondencia entre el sujeto y su ambiente. Richmond identificó las fuentes de poder a disposición de los sujetos y sus trabajadores sociales: fuentes dentro del hogar, en la persona, en el vecindario, en la red social pública y privada.

En su segunda gran publicación "¿Qué es el trabajo social del caso?" (“What is Social Casework?” 1922), Mary Richmond introdujo la metodología de "aprender de los casos".

Ella hizo extensos comentarios sobre seis situaciones prácticas descritas de manera elaborada. Primero vino, sin embargo, una comunicación abierta y honesta con los clientes, sin comprometer las formalidades. El fortalecimiento de la resiliencia del cliente es un componente natural de este enfoque. La petición de Richmond de involucrar a los clientes en la resolución de sus problemas, reconociéndolos como actores en sus roles sociales, todavía contribuye a las intervenciones actuales en la mayor parte del mundo, ya que el sujeto tiene potencialidades para resignificar sus experiencias y no es un ser despojado de las habilidades necesarias para someterse pasivamente a las adversidades.

Richmond también predijo desarrollos con los que la terapia familiar llegó a preocuparse en la década de 1980, viendo a las familias como sistemas dentro de sistemas (Bardhill y Sauders, 1989). Reconoció que las familias no son conjuntos aislados (sistemas cerrados), sino que existen en un contexto social particular, que influye interactivamente y es influenciado por su funcionamiento. (Nichols, M. P. & Schwartz, R. C., 1998).

Mary Richmond es sin duda mundialmente conocida como la madre del trabajo social.

 

Gordon Hamilton

A través de su libro “Teoria e Prática do Serviço Social de Casos” (1951), discute extensamente sobre el "mejoramiento humano", que puede ser descrito como "el desarrollo de las potencialidades del sujeto”.

Hamilton postula que el objetivo de cualquier sociedad, a medida que evoluciona cultural y económicamente, debe asegurar la elevación del nivel de vida, mejoras de la condición humana en todos sus aspectos.

Hamilton defiende que el trabajo social sea reconocido como una profesión humanística, ya que todo acto humano implica en dos elementos:

Persona y situación > Subjetividad y objetividad, que se influyen mutuamente.

 

Subjetividad:

Característica, particularidad e intimidad, estado psíquico y cognitivo del sujeto cuya manifestación puede ocurrir tanto en el ámbito individual como en el colectivo, haciendo que este sujeto tome conocimiento de los objetos externos a partir de sus propias referencias.

 

Objetividad:

La objetividad es algo externo, una situación, independiente de la característica del individuo, sus sentimientos, emociones, aspiraciones, auto-referenciales.

“Una postura personal me había llevado, desde Hamilton, a profundizar el conocimiento indicado en su cuadro de referencia y a reforzar así la contribución del saber psicoanalítico a la práctica clínica del trabajo social.

Al hacerlo, pude ver que no hay una relación necesaria entre el trabajo social clínico y los ajustes.” (Araújo, 1982, pág. 12, traducción nuestra).

 

Anette Garrett

Garrett contribuyó al trabajo social de casos, casework (1957), a través de un estudio delineado de la relación orientada psicoanalíticamente entre el asistente social y el cliente.

La propuesta de Garrett implica elucidar el significado del término relación en el trabajo social de casos (casework) a un concepto más amplio, que incluye la transferencia en un concepto particular - relación de la realidad, incluyendo, por lo tanto, los aspectos relacionados con la transferencia.

La transferencia consiste en un fenómeno inconsciente, que vincula el pasado y el presente, por medio de la superposición del objeto original del pasado al presente (Seixas, 2011).

De esta manera, el "casework" sería más amplio y proporcionaría:

- relación fundamentada en los desplazamientos inconscientes;

- relación, primariamente reacciones y actitudes auténticas y comportamiento actualizado del cliente.

A su entender, la situación peculiar de buscar auxilio o buscar asistencia en una extensión subjetiva implicaría la relación transferencial.

Su clásico “La entrevista: sus principios y métodos” (Interviewing it´s Principles and Methods) publicado en 1942 fue traducido a varios idiomas, incluyendo el portugués, su 8ª edición fue publicada en Brasil en 1981.

A través de sus escritos Garrett muestra la importancia de que el trabajador social sea un entrevistador eficiente, conocedor de la naturaleza humana, sensible y empático.

La empatía puede ser descrita como un componente afectivo, presente en la comprensión de la condición emocional del otro.

 

Florence Hollis

Autora de gran influencia en el trabajo social de los casos. Tiene varias publicaciones, especialmente la investigación A Typology of Casework Treatment (“Una tipología de tratamiento en los casos de trabajo social”, 1967-1968).

Hollis utiliza la teoría psicoanalítica en la convergencia con el trabajo social. Uno de sus libros, conocido en los círculos académicos como la "biblia" para los profesionales del trabajo social clínico es Casework: Psychosocial Therapy, (Trabajo Social del Caso: Una terapia psicosocial) que presenta a los lectores en la teoría y los principios básicos de la práctica de la terapia psicosocial, junto con la atención al desarrollo histórico del enfoque, como ha sido enriquecida y expandida a lo largo de los años.

Este enfoque refleja un foco equilibrado en las personas, el medio ambiente y las formas en que las personas interactúan con el ambiente. Las técnicas esenciales, como la realización de entrevistas iniciales con los clientes, las intervenciones en caso de crisis, la elección del enfoque apropiado, son explicadas detalladamente y frecuentemente aclaradas con estudios de casos y viñetas. El libro fue desarrollado para el estudiante de postgrado que necesita dominar los principios, las teorías y el enfoque psicosocial de la práctica aplicada, pero también puede ser utilizado para abordar una variedad de cursos, incluyendo el estudiante de la graduación en Trabajo Social (BSW), como una introducción al Trabajo Social, que busca informaciones suplementarias sobre los principios básicos de la práctica clínica.

En su quinta edición, Casework: Psychosocial Therapy (1999) fue completamente revisada, para mantener los debates claros y actualizados. Se añadió nuevo material que abarca una mayor variedad de estudios de casos, debates sobre tópicos actuales como la influencia de la etnia y la diversidad en la práctica del Trabajo Social, cambios en los papeles de la vida familiar, cambios de ideas y enfoques prácticos, y una importante actualización bibliográfica.

 

Isca Salzberg -Wittenberg 

Trabajadora Social y Psicoterapéutica, acreditada para el cuidado de niños y adultos, trabajó durante más de dos décadas en la Clínica Tavistock en Londres. Ella ha publicado artículos en periódicos especializados y ha contribuido con capítulos de su autoría en variadas compilaciones psicoanalíticas.

Isca aborda aspectos importantes de la relación entre el trabajador social y el cliente. En su opinión, el autoconocimiento del trabajador social es el principal requisito de la relación, ya que permite al trabajador social tener un control emocional sobre las historias de vida de sus clientes, a veces similares a la suya propia.

Autora del libro “Psicanálise & Serviço Social, uma Abordagem Kleiniana”, traducido al portugués en 1974, aporta importantes contribuciones del trabajo social de orientación psicoanalítica, siguiendo la escuela de Melanie Klein

 

Virgínia Satir

Cuando se inició el movimiento de terapia familiar, los trabajadores sociales estaban entre sus colaboradores más numerosos e importantes. Entre los líderes de la terapia familiar estaba Virginia Satir, una trabajadora social graduada de la Universidad de Chicago, que fue pionera en la terapia familiar.

Después de graduarse en Trabajo Social, trabajó en el Instituto de Psiquiatría de Illinois. Centró su práctica terapéutica en la familia y estimuló a otros terapeutas a hacer lo mismo. Se mudó a California, donde fue cofundadora del Instituto de Investigación Mental (Mental Research Institute, MRI).

En 1962 el MRI recibió una subvención del NIMH, The National Institute of Mental Health (el Instituto Nacional de Salud Mental), permitiendo el inicio del primer programa de formación en terapia familiar. Virgínia Satir fue contratada como directora de este programa (Nichols, M. P. & Schwartz, R. C. – Artmed – 1998).

 

 Clare Winnicott

Fue la primera trabajadora social y psicoanalista británica, una de las últimas personas analizadas por Melanie Klein.

A través de su trabajo con niños desamparados durante la guerra, ella ha contribuido de manera notable a nuestra comprensión del desarrollo de los niños, la importancia del juego y la importancia de la conexión de los niños con sus familias. Junto con Donald Winnicott, un pediatra y psicoanalista, que más tarde se convirtió en su marido, ministró conceptos claros de las experiencias emocionales diarias de los niños. También ejerció una gran influencia en la formación de los trabajadores sociales y reconoció el papel crucial de la supervisión. Sus ideas eran nuevas y mostró sabiduría y tenacidad para provocar cambios.

Se plantea una pregunta instigadora: Aunque el trabajo de Donald Winnicott es bien conocido, el servicio social mundial y el psicoanálisis no han recibido casi ninguna información sobre las grandes contribuciones de Clare Winnicott (Kantar, 2004).     

“La ausencia de mediaciones teóricas y de instrumento metodológico adecuado para el desempeño del trabajador social brasileño en el campo de la salud mental dentro de la profesión ha creado una brecha que impide la interacción con la cultura profesional más contemporánea al fomentar una autonomización de la formación en el campo de la salud mental, que luego tiende a polarizarse sólo por el instrumento teórico y metodológico del propio campo de la psi. En nuestra investigación encontramos que en la bibliografía utilizada en los trabajos de conclusión (TCC) por los estudiantes vinculados a las prácticas en el campo de la salud mental, la bibliografía específica del trabajo social tiende a disminuir de forma gradual, hasta prácticamente desaparecer en los años 90.” (Vasconcelos, 2000, pág. 208, traducción nuestra)

 

 

 

TRABAJO SOCIAL CLÍNICO: CONCEPTO Y OBJECTIVOS

 

Según el National Membership Committee on Psychoanalysis in Clinical Social Work (1995), el Trabajo Social Clínico se define como una especialidad de la profesión de Trabajador Social.

Abarca valores genéricos, principios éticos, metodología y práctica dirigidos a la perspectiva persona-ambiente.

Sus propósitos son:

- diagnóstico y tratamiento psicosocial, interviniendo en situaciones de crisis, exclusión social y daños de cualquier orden;

- intervención en trastornos mentales, emocionales y las discapacidades del desarrollo;

- trabajar en la prevención de las disfunciones de orden bio-psico-social, estimulando la disponibilidad de recursos sociales para la solución de los problemas.

 

En la práctica del Trabajo Social Clínico se aplican conocimientos específicos, teorías y métodos, evaluación y diagnóstico, plan de tratamiento, intervención y la evaluación de los resultados.

El conocimiento de la práctica incorpora teorías biológicas, psicológicas y de desarrollo social.

Incluye, sin limitación, la comprensión del comportamiento humano, la psicopatología y la diversidad humana, las relaciones interpersonales, la dinámica familiar; los trastornos mentales, la tensión, la dependencia química, la violencia interpersonal, las consecuencias de la enfermedad; el impacto físico, social, ambiental y cultural; cognitivo, afectivo y las manifestaciones de comportamiento de los procesos conscientes e inconscientes.

Las intervenciones clínicas del trabajador social incluyen la evaluación y el diagnóstico, la intervención psicosocial en situaciones de crisis, las intervenciones psicoeducativas y las psicoterapias a corto y largo plazo.

Estas intervenciones se aplican en el contexto de relaciones profesionales confidenciales, con individuos, grupos, familias y parejas.

El Trabajo Social Clínico es notable por la versatilidad de sus profesionales y la variedad de sus funciones, incluida la de miembro de equipo y jefe de equipo en un ambiente multidisciplinario.

Los clientes - individuos, parejas, familias y grupos - se benefician de una variedad de servicios directos, incluyendo la evaluación, el diagnóstico, la planificación del tratamiento, la intervención/tratamiento, la evaluación de resultados y la gestión de casos. La configuración y los servicios del Servicio Social Clínico incluyen, pero no están limitados a lo siguiente: servicios para niños y familias, clínicas, tribunales forenses, alojamiento para ancianos, cuidados de salud a domicilio, hospitales, organizaciones sin fines de lucro, cuidados paliativos y de rehabilitación, consultorios privados, escuelas públicas y privadas, salud pública/salud mental y albergues para la rehabilitación.

La formación del Trabajador Social Clínico incluye el estudio teórico, el análisis personal o la sumisión a un proceso psicoterapéutico, así como la supervisión clínica con un colega con experiencia.

 

El Trabajo Social Clínico del Hospital de la Universidad de Duke, EE.UU

 

Los trabajadores sociales clínicos están disponibles en todo el hospital y en las clínicas ambulatorias para asistir a todos los pacientes y familias de diferentes partes del mundo en situaciones de estrés que pueden ser causadas por una enfermedad o una situación de la vida, como el sufrimiento emocional y psicológico, la pérdida y el luto, las situaciones familiares o sociales difíciles, la crisis y la adaptación a la enfermedad, la evaluación y la remisión para el abuso de sustancias, la violencia y el abuso familiar, la tutela, las ansiedades culturales.

Las ansiedades culturales implican una amplia gama de temas e identidades, incluyendo la religión, la etnia, la tradición, la orientación sexual, el género, etc. La cultura, las costumbres, las creencias y los productos de diversas instituciones o personas, en un momento, dado pueden influir enormemente en la forma en que las personas interactúan y en la forma en que se ven a sí mismas, positiva y negativamente.

Los servicios que se ofrecen son la evaluación psicosocial, la intervención en tiempos de crisis, la información, la educación y la remisión a los recursos comunitarios disponibles, el asesoramiento individual, de grupo, conyugal y familiar, las conferencias para pacientes y familiares, la planificación del alta en clínicas ambulatorias, los grupos de apoyo para pacientes y familiares, y la defensa de los pacientes y familiares en situaciones de tutela: un anciano discapacitado, un menor o adultos con discapacidades de desarrollo.

 

Algunas cuestiones:

 

¿Quiénes son los trabajadores sociales clínicos y qué hacen?

Los Trabajadores Sociales Clínicos son profesionales de la salud mental licenciados, habilitados para ayudar a las personas a encontrar soluciones a muchas de las situaciones más difíciles de la vida. Los Trabajadores Sociales Clínicos obtienen una maestría en un programa de dos años y después se especializan en un área de práctica específica. Pueden trabajar en el campo de la salud mental, la atención médica, la atención a los empleados, el abuso de sustancias, o tener una práctica privada de terapia en consultorios.

El objetivo de su práctica abarca todas las fases de la vida, desde la infancia hasta la vejez. El objetivo de su práctica abarca todas las fases de la vida, desde la infancia hasta la vejez.

 

¿Por qué elegir un trabajador social clínico?

Los trabajadores sociales clínicos tienen formación en terapia individual, de parejas, familiar y de grupo, así como en política y teoría de sistemas. Los Trabajadores Sociales Clínicos creen en la estimulación de las fortalezas del individuo y están capacitados para movilizar a la familia, los amigos y los recursos de la comunidad para ayudar a resolver los problemas.

 

Un ejemplo - Trabajadores Sociales Clínicos en Duke:

En el Hospital de la Universidad de Duke, los Trabajadores Sociales Clínicos Licenciados (LCSW) son miembros del equipo de atención a la salud que ayudan a los pacientes y a sus familias con el estrés asociado a las enfermedades repentinas y crónicas y su impacto en la vida diaria. Los trabajadores sociales también están a disposición del personal de Duke para consultas sobre cuestiones psicológicas, familiares o sociales difíciles, como la violencia familiar, los problemas de salud mental o el abuso de sustancias.

 

PANORAMA ACTUAL DEL TRABAJO SOCIAL CLÍNICO EN EL MUNDO

 

ALEMANIA

Se pretende que el Centro Europeo de Trabajo Social Clínico (CECSW) sea el lugar de encuentro de los discursos nacionales e internacionales sobre la producción continua de esta transferencia teoría-práctica. El CECSW se considera una interfaz entre los profesionales y los profesores universitarios, así como las sociedades científicas, las universidades, los profesionales y las asociaciones profesionales..

El Centro Europeo de Trabajo Social Clínico es una organización sin fines de lucro y tiene por objeto promover la ciencia y la investigación mediante la certificación provisional de la administración fiscal a las corporaciones.

El programa de Máster en Trabajo Social Clínico es particularmente adecuado para los profesionales que trabajan con asesoramiento psicosocial, cuidando y tratando a personas que se encuentran en un contexto de creciente aislamiento y exclusión social.

Con los conocimientos y aptitudes adquiridos, los trabajadores sociales clínicos no sólo se ocupan de los conocimientos metodológicos, sino de la aplicación creativa de los conocimientos en prácticas complejas y cambiantes y de la capacidad de crear, reflexionar y difundir nuevos conocimientos mediante la investigación para elucidar la acción práctica..

 

ARGENTINA

El enfoque socioterapéutico predomina en el trabajo social. Se considera una forma más dinámica, flexible y rápida de resolver los problemas individuales y familiares, ayudando al cliente a encontrar formas simples y eficaces de resolver los conflictos y beneficiarse de ellos. Se trata de darles herramientas para que adquieran la capacidad de vivir en harmonía y de ser congruentes en la manera en que se comportan en la vida.

La socioterapia sugiere un modelo de intervención basado en la metodología de intervención del trabajo social y el enfoque sistémico relacional. Este enfoque también involucra el ambiente familiar y social del cliente.

 

CANADÁ

Después del bachillerato es necesario hacer una maestría con un área de especialización clínica, por ejemplo, traumas y adicciones, a partir de ahí el trabajador social puede inscribirse en el Colegio de Trabajadores Sociales, como trabajador social clínico y psicoterapeuta. Hay un requisito de obtener un seguro para los posibles casos presentados por los clientes, que se sienten perjudicados.

Para que las aseguradoras de salud remitan a los pacientes, el trabajador social clínico debe tener al menos 2 años de experiencia y el seguro. No existen asociaciones específicas de trabajo social clínico, sino asociaciones de psicoterapeutas y formación complementaria mediante cursos gratuitos.

 

CHILE

No hay ideología hegemónica en el trabajo social y no se censura ninguna práctica en particular. Esto ha permitido que se publiquen artículos al respecto, con buena aceptación por el Colegio de Trabajadores Sociales de Chile.

Recientemente, el Trabajo Social Clínico ha sido reconocido y legitimado por el Ministerio de Salud, en el ámbito de la salud pública en varios enfoques clínicos, como por ejemplo el enfoque psicodinámico, sistémico, la terapia narrativa, entre otros, y puede ejercerse en la práctica institucional o en la práctica privada en los consultorios.

 

COSTA RICA

En Costa Rica, el servicio social clínico en general se denomina Procesos Terapéuticos en el Trabajo Social, e incluye tanto el trabajo que se puede hacer con una graduación en intervención de crisis, así como el trabajo más especializado, como la terapia familiar. Este último requiere posgrado, pero hemos incluido las dos opciones en ese nombre. Las tareas terapéuticas forman parte del Manual de Organización Y Funciones de La Dirección General De Servicio Civil, que regula el trabajo de los trabajadores sociales de diversas instituciones públicas. En la Caja Costarricense de Seguro Social, la terapia está indicada en los planes de trabajo y en los perfiles profesionales. El trabajo social clínico está reconocido en Costa Rica y legitimado por el Colegio de Trabajadores Sociales de Costa Rica.

 

ESPAÑA

En España, el Trabajo Social Clínico, así como las demás especialidades de la profesión, no tiene normas ni reglamentos. No hay asociaciones de trabajo social clínico. El Consejo General del Trabajo Social no ha reconocido el trabajo social clínico en función de la profesión en sus textos y código deontológico. La categoría está luchando por esto.

Hay un predominio de la asistencia centrada en el binomio necesidad-recurso. La psicoterapia no está regulada en el país y hay tendencias para la clínica de intervención social, especialmente desde los enfoques sistémicos y las narrativas.

 

LOS ESTADOS UNIDOS

Después de la Licenciatura (BSW) el aspirante a trabajador social tendrá que hacer una Maestría en Trabajo Social, 2-3 años de práctica supervisada después del MSW (Maestría en Trabajo Social). Es necesario someterse a un examen para obtener la licencia para llamarse Trabajador Social Clínico Autorizado (Licensed Clinical Social Worker, LCSW) y ejercer el trabajo social clínico.

Los trabajadores sociales clínicos autorizados (LCSW) prestan servicios en una variedad de ambientes, incluyendo consultorios privados acreditados por planes de salud, hospitales, salud mental comunitaria, atención primaria, entre otros.

La NASW - National Association of Social Workers defiende a los trabajadores sociales clínicos a través del proceso legislativo y reglamentario.

 

ISRAEL

En Israel, el servicio social tiene un amplio campo. Los trabajadores sociales hacen cosas diversas: se ocupan de personas de todas las edades, desde bebés hasta ancianos, que pueden tener muchos problemas diferentes, como discapacidad mental, trastornos emocionales, problemas familiares, entre otros.

En general, los trabajadores sociales practican la terapia, que se llama Tipul en hebreo, para tratar los aspectos emocionales de las personas.

Se encargan de la gestión de los casos, organizan servicios y actúan en el contexto sociofamiliar de las personas necesitadas.

Servicios Públicos y Privados: además de los principales organismos gubernamentales que prestan servicios, el servicio social opera en numerosos organismos gratuitos.

Los trabajadores sociales trabajan en los hospitales, donde apoyan y asisten a los pacientes y a sus familias, también prestan servicios en centros de tratamiento residencial, instituciones para ancianos, clínicas de terapia familiar y pueden trabajar en consultorios privados.

 

NORUEGA

Los trabajadores sociales participan en clases con médicos, profesores, psicólogos y enfermeras. Los cursos de especialización tienen una duración de dos años y es posible tomar otros cursos como terapia familiar o cursos dirigidos a la salud psíquica de bebés y niños pequeños al mismo tiempo.

Después de los dos años de estudio, existe la obligación de someterse a un examen, con derecho a un certificado.

No existe una asociación profesional de trabajadores sociales clínicos. Los trabajadores sociales en Noruega ya se han reunido en una organización específica, pero en los últimos años se ha estado asociando con diferentes organizaciones.

 

PERÚ

El Trabajo Social Clínico o el terapeuta trabajador social que trata las patologías sociales no está regulado en este país. Todo el mundo trabaja de forma dependiente en una institución.

La práctica más cercana al trabajo social clínico es el trabajo social en hospitales especializados en salud mental.

No hay una organización profesional de trabajadores sociales clínicos, pero hay una organización sindical en la capital llamada el Sindicato de los Trabajadores Sociales del Ministerio de Salud de la Región Metropolitana de Lima. (SITSAS-MINSA-LM).

Formalmente, existe una Asociación Profesional de Trabajadores Sociales del Perú, que es la entidad encargada de velar por el ejercicio profesional bajo los requisitos de la ley y la ética en la que todos deben inscribirse para ejercer la profesión.

 

PUERTO RICO

La Universidad del Este (UNE) está acreditada para programas de graduación y postgrado en los EE.UU. a precios asequibles. Los estudiantes se gradúan con habilidades profesionales en inglés y español. El Master en Trabajo Social Clínico prepara al estudiante para ofrecer servicios psicoterapéuticos a individuos, familias y grupos con el fin de mejorar el funcionamiento comportamental, emocional y mental de los participantes. Es legítimo el título de Trabajador Social Clínico.

Las agencias gubernamentales y las instalaciones de atención residencial se encuentran entre las otras opciones de empleo de los trabajadores sociales puertorriqueños. Algunos eligen trabajar en consultorios privados como psicoterapeutas.

 

PORTUGAL

En los años 90 se creó un curso de trabajo social clínico en la Universidad de Trás os Montes e Alto Douro (Vila Real). No tuvo éxito y fue reformulada por orientación ministerial. Ahora sólo se llama Trabajo Social.

En la actualidad hay muchos trabajadores sociales con formación complementaria en terapia familiar. Pueden trabajar en clínicas y consultorios privados como terapeutas familiares, mientras tengan esta formación completa reconocida y acreditada.

 

REINO UNIDO

En el Reino Unido no tiene una categoría denominada "trabajador social clínico". Todos son igualmente acreedores.

Los trabajadores sociales interesados en la práctica clínica buscan cualificaciones adicionales en una de las instituciones psicoterapéuticas o especialidades de asesoramiento, incluso hacerse miembros de sus respectivas asociaciones profesionales.

British Association of Social Workers (BASW) legitima a los trabajadores sociales descritos como "independientes", que son autónomos, incluyendo a los psicoterapeutas.

 

BRASIL

“El trabajo social en el Brasil vive un proceso persistente de represión de la subjetividad, el inconsciente, la sexualidad y la emoción, formando profesionales no preparados desde el punto de vista teórico y personal para hacer frente a los desafíos psicológicos y el sufrimiento humano, en este sentido, muchos trabajadores sociales han sentido la necesidad de complementar sus conocimientos en instituciones que forman a la psicoterapia individual, de grupo y familiar marcada por la práctica judicial liberal en prácticas privadas. Este movimiento permite a los profesionales ampliar sus logros económicos, superando el límite del trabajo asalariado, la forma hegemónica de las relaciones laborales de trabajo social en Brasil. Estos profesionales son criticados por las organizaciones corporativas y no son defendidos por los consejos de trabajo social. (Vasconcelos, 2000, pág. 210, traducción nuestra).”

 

Además de no defender los derechos y de no respetar la libertad de pensamiento de los profesionales de los servicios sociales como ciudadanos, a través de la dictadura marxista de su "Proyecto-Ideológico-Político-Partidário-Classista-Unilateral" (Oliveira, 2017), el Consejo Federal del Servicio Social, contradiciendo los avances en el trabajo social clínico mundial, descalifica autoritariamente la categoría mediante la cuestionable resolución 569/10: “Menú: Proporciona sobre el VEDACIÓN de la ejecución de las terapias asociadas al título y/o ejercicio profesional del trabajador social”. Esta resolución, vacía de argumentos jurídicos, científicos e históricos, promueve ante la comunidad científica brasileña prejuicios y desconfianza en la capacidad de los trabajadores sociales para seguir una ardua y larga formación, para la práctica clínica, en la práctica institucional o en la práctica privada en el enfoque de su elección, tales como: terapia familiar sistémica, terapia comunitaria, análisis bioenergético, arteterapia, psicodrama, psicoanálisis, entre otros, algunos de los cuales la profesión ha estado a la cabecera históricamente.

El Grupo CFESS/CRESS también cuenta con el apoyo de su afiliada, la Asociación Brasileña de Enseñanza e Investigación en Servicio Social (ABEPSS), que es una entidad académica e ideológica que ordena y proporciona el proyecto de formación en trabajo social en el Brasil, en las esferas de la graduación y el posgrado.

Estas entidades "representativas" han estado empobreciendo científicamente una profesión plural de excelencia mundialmente, además de contradecir los principios fundamentales del Código de Ética del Trabajador Social Brasileño, entre ellos:

II. Defensa inquebrantable de los derechos humanos y rechazo de la arbitrariedad y el autoritarismo.

 

Finalizo con la reflexión de William S. Meyer, refiriéndose a los límites impuestos al servicio social en Brasil, a través de un correo electrónico dirigido a la autora en diciembre de 2001.

“Mientras que los Psiquiatras tienen el saber y la práctica de la medicina, mientras que los Psicólogos saben sobre las pruebas psicológicas, los Trabajadores Sociales saben sobre el ambiente y especialmente saben sobre el cuidado a través de la construcción de relaciones terapéuticas.

¿Por qué se trata a los trabajadores sociales como ciudadanos de segunda clase en la comunidad de la salud mental? ¿Por qué dejan que esto suceda?” (Meyer, 2001, traducción nuestra)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

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DECLARAÇÃO DE TRADUÇÃO

Eu, Sabrina de O. S. Telles, CPF nº 055.214.025-27, declaro que realizei tradução do artigo científico “SERVIÇO SOCIAL: BREVES CONSIDERAÇÕES HISTÓRICAS E CAMINHOS PARA A EVOLUÇÃO DA ESPECIALIDADE ‘SERVIÇO SOCIAL CLÍNICO’”, cuja autora é Sonia Guiomar Martins Seixas, da língua portuguesa para língua espanhola, para fins de publicação.

Salvador, 13 de agosto de 2020.

Sabrina de Oliveira Silva Telles