Dice Octavio Paz en una parte de su poema Piedra del Sol (1), “Para que pueda ser he de ser otros, salir de mi, buscarme
entre los otros, los otros que no son, sin yo no existo , los otros que me dan
plena existencia”.
La autoestima tiene que ver con
el concepto que se tiene de sí mismo, la misma es una necesidad, indispensable
para el pleno desarrollo saludable.
En el transcurso de mi tarea profesional con familias y en ámbitos
educativos, he observado que el concepto de valor individual, es un factor crucial,
referido a lo que acontece dentro de las personas y en sus relaciones
vinculares.
Cuando una persona se estima a sí misma y se valora fluye con facilidad
el que sea honesto, responsable, compasivo, integro. Logra dar y recibir amor,
se tiene confianza. Al darse cuenta de su propio valor, respeta a las otras
personas.
En situaciones críticas, una persona que se valora y estima, puede
sobrellevar mejor esos sucesos. Entiende que esta dificultad por la atraviesa
puede ser superada, confía en sí mismo para intentar salir adelante o solicita
ayuda cuando le es necesario.
La baja autoestima hace que la persona piense que vale poco, cuando se
integra a diferentes grupos, muchas veces desconfía de las demás, cree que
puede ser maltratada o menospreciada. A veces los lleva a ser apáticos e
indiferentes. Surge en ellos el temor, como consecuencia del desconfiar y aislarse.
No se arriesgan. Se desesperan frente a situaciones que no se resuelven como
ellos necesitan.
“Respetarse tiene que ver con afirmarse, con aceptarse como se es, con aciertos y limitaciones.
Respetarse permite desplegar una vida más auténtica, independiente, donde la
persona piensa y actúa de acuerdo a sus
valores, creencias y sentimientos”. (2)
El sentido de pertenencia tiene su origen en el primer grupo que
conformamos que es la familia, cuando la persona “se siente parte de ese grupo
humano, recibe cuidados y apoyo, crea lazos afectivos, acepta sus modos de
convivencia, sus normas, esto le da identidad , eleva su autovaloración y su
calidad de vida, así surge en la persona
lo meritorio del intercambio social y el valor de lo comunitario. Luego en
la vida del niño florece la escuela, lugar valioso para su aprendizaje y su
socialización.
La
Autoestima es una necesidad y el
pertenecer también lo es, la primera
tiene que ver con el sentimiento de “confianza en sí mismo y el
reconocimiento de los valores personales”. El sentimiento de pertenencia, tiene que ver con el sentirse “integrado,
logrando así ser parte de relaciones
afectivas genuinas, donde fluya la confianza, el reconocimiento, la aceptación de las
diferencias, el respeto y el amor” por
sí mismo y por los otros”.
Cuando todo esto se desarrolla de un modo positivo en
ámbitos educativos vemos niños y adolescentes motivados y deseosos de pertenecer a la Institución
donde asisten, es que allí se sientes
reconocidos por las autoridades, el intercambio con sus educadores es sin
interferencias. De éste modo niños y jóvenes
sienten que son valiosos para sus profesores y que los mismos estiman sus
aprendizajes. Lo que conlleva a una elevación se su autoestima y de su sentido
de pertenencia.
En un mundo
que se muestra por momentos, tan
individualista, es necesario generar espacios educativos abiertos y
participativos con modos saludables de convivencia, donde nuestros niños y
jóvenes eleven su autovaloración y su sentido de pertenencia.
Liliana Calvo
copyrigth 2017
(1)
Octavio Paz fragmento de Piedra del Sol,
incluído en su poemario Libertad bajo palabra, 1960
(2)
Calvo Liliana,Familia, Resiliencia y Red
Social, editorial Espacio, Buenos Aires 2011
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